El término anatomía procede de la palabra griega temnein, que significa «cortar». Claramente, por tanto, el estudio de la anatomía está ligado en su origen a la disección. La anatomía incluye a aquellas estructuras que pueden verse macroscópicamente.
Los
tres métodos principales para su estudio son la anatomía regional, la anatomía
por sistemas y la anatomía clínica (o aplicada), como reflejo de la
organización corporal y de las prioridades del estudio y sus objetivos.
Anatomía
regional
La
anatomía regional (anatomía topográfica) considera la organización del cuerpo
humano en función de sus partes o segmentos principales: un cuerpo principal,
que se compone de la cabeza, el cuello y el tronco (subdividido en tórax,
abdomen, dorso y pelvis/periné), y las parejas de miembros superiores e
inferiores. Todas las partes principales pueden subdividirse en áreas y regiones.
Anatomía
sistémica
La
anatomía sistémica es el estudio de los distintos sistemas orgánicos que
funcionan conjuntamente para llevar a cabo funciones complejas. Los sistemas
básicos y el campo de estudio o tratamiento de cada uno son sistema
tegumentario, esquelético, articular, muscular, nervioso, circulatorio, linfático,
digestivo, respiratorio, urinario, reproductor y endocrino.
Anatomía clínica
La
anatomía clínica (aplicada) subraya aspectos de la estructura y la función
corporales que son importantes para la práctica de la medicina, la odontología
y las ciencias de la salud auxiliares. Incorpora los métodos regional y
sistémico para estudiar la anatomía y hace hincapié en su aplicación clínica.